Levantar el pie del acelerador nunca ha sido una opción para Medalla. Esa es la única regla imperante y la razón de ser de una banda que en sus 6 años de vida ha publicado 4 discos, diversos singles y no han dejado de girar a lo largo y ancho de la Península, incluyendo actuaciones en festivales como Canela Party, Primavera Sound, Vida Festival, Tsunami Xixón o Monkey Week. En activo desde 2017, el grupo formado por Eric Sueiro (voz, guitarra, sintetizadores), Marc López (batería, percusiones, coros), Joan Morera (guitarra, coros, sintetizadores) y Josep Peris (bajo, trompeta) esgrime con soltura una propuesta que bebe de sonidos cercanos al rock progresivo, el heavy metal, la psicodelia, el pop y el post-punk. Una máquina perfectamente engranada donde la crítica y la desazón se abrazan en un universo repleto de referencias al medievo. Una muralla de distorsión donde la melodía y la épica emergen para empujarte a cantar a pleno pulmón sus himnos de puño alzado, como demuestran en Abandonarse a la tristeza, Velázquez o Guardián. Frases lapidarias, grabadas a fuego y escritas con veneno. Una mirada crítica contra el opresor que no hace concesiones, ni se espera que las haga, y que no por ello anula la posibilidad de encontrar luz en la distopía a la que nos enfrentamos cada día. O al menos intentarlo. Sus incendiarios directos y sus 4 álbumes dan fe de su buen hacer en el arte de la contundencia. «Emblema y Poder» (2017, Primavera Labels), «Medalla» (2019, Primavera Labels), «Arista Rota» (2021, Limbo Starr – 5º Mejor Álbum Nacional de 2021 para Mondo Sonoro), «DUELO» (2023, Estudio Mazmorra – 8º Mejor Álbum Nacional de 2023 para Mondo Sonoro, 5ª para Rockzone, 2º para Binaural) son solo una pequeña muestra de lo que puede llegar a hacer la bestia de 4 cabezas que es Medalla. Su cuarto disco supone un paso al frente para la banda en varios aspectos. El primero de ellos es que es su primer disco autoeditado —bajo el alias de Estudio Mazmorra, sello discográfico DIY fundado por Eric Sueiro— y el segundo, que DUELO es su primer álbum conceptual. Un nuevo disco introspectivo y oscuro, que emerge de entre las sombras para ser, una vez más, una invitación para unirse a la causa del estandarte del murciélago: la causa del rock.